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13-Jan-2008 -- Dos años atrás, marqué esta confluencia dentro del plan de registrar aquellas que me quedasen en el camino de mis vacaciones, pero lo hice desde la Ruta Nacional 3, a mucha distancia. Esta vez decidí acercarme un poco más a la confluencia hasta donde fuera posible, por lo que tomé el desvío al viejo y olvidado paraje de Puerto Lobos sobre las costas del Golfo San Matías, frente al Océano Atlántico.
Allí, después de 22 km de ripio, llegué al abandonado paraje, donde sólo quedan en pie las paredes de lo que debe haber sido el sitio de reunión de pescadores y aventureros muchos años atrás: el viejo boliche de campo.
Puerto Lobos fue en el pasado un paraje frecuentado por pescadores y buscadores de mariscos, pero hoy es sólo visitado por curiosos como yo. Es un lugar absolutamente desolado, con una interminable playa de piedras redondas muy pequeñas con restingas donde se pueden encontrar moluscos con la marea baja en los piletones que quedan descubiertos. La amplitud de las mareas es muy alta, alrededor de unos 10 o 12 metros y la pendiente de las playas es de unos 45°, lo que no las hace adecuadas para los bañistas, sumado a que al estar frente a mar abierto, suele estar azotada por fuertes vientos.
El GPS nos indicó que aún faltaban 5.9 km desde donde estacionamos la chata. Caminé hasta la misma costa del océano y allí llegamos a la menor distancia posible por vía terrestre: 5.7 km.(3.57 millas). Es todo lo que podía hacer con los medios a mi alcance: todavía no vadeo en profundidad con la chata.
Tomé algunas fotos y junto con mi familia seguimos hacia Puerto Madryn recorriendo la vieja ruta provincial 1, que, más al sur atesoraba nuestra próxima captura, la 43°S 65°O.
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13-Jan-2008 -- Two years ago, I marked this confluence within the plan of registering all of those that were near our holiday trip, but I did it from the 3 National Road at very long distance. This time, I decided to approach a little more to the confluence as near as possible; for what I took the detour to the old and forgotten spot of Puerto Lobos on the shore of the San Matías gulf, in front of the Atlantic Ocean.
There, after 13.7 miles of unpaved road, I arrived to the abandoned place, where only the walls of an old building remain. Probably it was a meeting point of fishermen and adventurers.
Puerto Lobos was in the past a place visited by fishermen and shellfishes and crustaceans searchers, but today it is only visited by curious people like me. It is an absolute lonely place, with an interminable beach of small rolling stones and reefs where you can find shellfishes in pools that appear with the low tides. The range of the tides is very wide, around 10 or 12 meters and the slope of the beaches is more than 45°. The beaches are beautiful but aren’t adequate for swimmers due to the big slopes and the strong winds that permanently blow.
The GPS indicated that there were 5.9 km between the confluence and us, but in the middle it was the sea: I couldn’t ford this type of waters yet. I walked to the sea and I could reduce the distance a little: 5.7 km (3.57 miles) was the best approach on shore.
I took some pictures and with my family we continued driving to Puerto Madryn following the old Provincial Route 1, which stored up, 100 km to the south our next attempt of visit, the 43°S 65°W.