15-Oct-2009 --
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LA CONFLUENCIA DE PIERRE LOUS
La visita a esta confluencia fue parte de una expedición que un grupo de once amigos hicimos al norte de la provincia de Santa Cruz en seis camionetas 4x4, con el objetivo central de cruzar esa provincia desde la cordillera al mar a través del paralelo 48, haciendo escalas en las intersecciones con todos los meridianos que lo cruzan.
El relato completo de toda la travesía, haciendo clic aqui.
Esta confluencia fue la octava de la serie de doce que capturamos en todo el viaje. La anterior fue la 48°S 70°O.
A través una huella que pasaba cerca de la estancia El Fénix, volvimos a retomar la RP 79 que habíamos dejado horas atrás, que nos depositó en la RP 12 a la altura del ex Hotel Dos Manantiales, del cual sólo quedan sus ruinas. La RP 12 estaba impecable y el ritmo que nos permitió imprimirle al viaje alentó la posibilidad de hacer el triplete del día.
Muy rápido encontramos el desvío a la estancia La Lolita que nos depositaría cerca de la confluencia 48°S 69°O. Estábamos a 14 kilómetros en línea recta pero el track indicaba como 35 kilómetros de desarrollo. Por la geografía, no se veía muy bien porqué pero debía ser así; la luz diurna que se terminaba no iba a colaborar con la cacería.
La huella se internaba entre las sierras serpenteando por un cañadón primero hacia el sur alejándose del objetivo, luego torcía hacia el este y por último volvía a retomar hacia el norte; no tenía trazos de haber sido usada recientemente pero el paisaje circundante, dominado por el Cerro Tres Tetas estaba muy bueno al atardecer.
Sin duda podríamos llegar en el límite de la luz diurna a la confluencia, pero decidimos acampar antes a 1500 metros de la confluencia desplegando todos los implementos y utensilios de camping, más delicatessen y vinitos que habíamos arrastrado por ese entonces por más de 3000 kilómetros, en el fondo de una pequeña laguna seca.
El piso era suave y sin piedras, ideal para armar carpas y hasta encontramos un arbusto seco que nos proporcionó la leña para el fogón. A la luz de infinitas estrellas nos quedamos contando macanas del viaje de los misterios insondables de la vida al calorcito del fogón mientras cenamos y bebimos un poco de todo.
Todos nos fuimos a dormir, ansiosos por la nueva captura.
Como de costumbre, me levanté temprano. Tenía una misión muy especial que era procurar un rato de práctica de deporte de alto riesgo para los participantes de la travesía: los típicos huevos fritos con panceta al disco del Pampa.
Cargados de colesterol, levantamos campamento y nos dirigimos raudos a la confluencia cercana, que yacía 600 metros off-road de la huella, detrás un alambrado que esta vez impidió estacionar sobre la misma, aunque sí dentro del círculo de 100 metros reglamentario.
PIERRE LOUS se autoadjudicó el nombre de la confluencia y todos estuvimos de acuerdo.
Saliendo de la confluencia, el camino nos llevó a la estancia La Lolita donde tenía que salir el “Camino de Fillaster” hacia la otra confluencia, la 48°S 68°O .
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PIERRE LOUS´S CONFLUENCE
The visit to this confluence was part of an expedition that a group of eleven friends did by the north of province of Santa Cruz in six 4WD cars. Our main goal was to cross the province along the 48th parallel, doing scales at the intersections with all of its meridians.
Complete narrative of the travel, please click here.
This confluence was the eighth of the chain of twelve that we caught along the trip. The previous was the 48°S 70°W.
Driving along a path that led us near the ranch “El Fénix”, we returned to PR79, that it was left aside some hours ago and then it led us to PR12, near of an abandoned hotel named “Dos Manantiales”. The PR12 was perfect and the rhythm of the trip was increased let us keep the hope to catch the third confluence of the day.
Quickly, we found the detour to the ranch “La Lolita”, a path that led us near the confluence. We were at 14 kilometers straight line to it but our track indicated 35 kilometers of distance. We didn’t understand the difference because the geography that we saw didn’t explain why. The darkness would threaten to abort the catching.
The path was gone deep into the hills first zigzagging by a ravine to the south moving away to the confluence, then turning to the left eastward and finally turning again to the left northward. It wasn’t used lately but the landscapes, prevailed by the “Tres Tetas” mountain, were very beautiful at dusk.
We could have reached the confluence with some daylight, but we decided to camp before, in the bed of a small dried lagoon, at 1500 meters of it. We had a lot of food and drinks to enjoy and we needed time for it.
The floor was soft without stones, perfect to do camping and put up the tents and even it furnished us firewood for the fire ring at night. We had dinner under a sky plenty of stars aside the fire ring, eating and drinking meanwhile we were had interesting chats about the trip and all of the mysterious of life….
All of us went to sleep, very eager for the new capture.
As usually, I awoke early. I had a mission very special: to procure a short time of high risk sports for the team. The “sport”: to have the typical “Pampa” breakfast with fried eggs with bacon cooked in the “disk of plough”.
Full of cholesterol, we stroke the camp and we advanced swift to the near confluence, 600 meters off the path, behind a fence, that this time didn’t allow to park the cars exactly on the confluence although within the circle of 100 meters of diameter statutory.
PIERRE LOUS was awarded himself the name of this confluence and we agreed.
Going out from the confluence, the path led us to the ranch “La Lolita”, where we would find the “Fillaster’s Path” to the next confluence, the 48°S 68°W.