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19-Mar-2011 -- Desde hace varias semanas, observaba en el Mapa VENRUT (mapa ruteable de carreteras y caminos de Venezuela para equipos GARMIN) el icono de Confluencia Norte 7 Oeste 67 en el Estado Bolívar marcado en rojo, lo cual indicaba que no se había reportado como visitada. Interpretando la imágenes satelitales de baja resolución de la zona con Google Earth, trataba de imaginarme cuales dificultades podría encontrar para “cazarla”. Me puse en contacto con Vincenzo Vecchio y Rainer Bostelmann, ambos exploradores de Caracas, y después de unos estudios, comenzamos los preparativos y detalles para la expedición.
El jueves 17 de Marzo de 2011, desde San Cristóbal, Andrea cubriría 1.300 km de carretera y desde Caracas, Vincenzo y Rainer se desplazarían 630 Km para encontrarnos en un Fundo cerca del pequeño pueblo La Urbana (N7 08 11.0 W66 56 12.4) a escasos 15 km de la Confluencia.
El viernes 18 Marzo, divididos en dos grupos, con unos baquianos, hicimos el acercamiento: Andrea inspeccionando desde el Norte por unas trochas que conducen hasta los Fundos Campo Alegre, Laja Negra y la Comunidad Indígena La Viruela; mientras Vincenzo y Rainer investigarían entrando por la sabana al Este, donde podrían haber buenas oportunidades. Durante el acercamiento por la inmensa sabana pudimos toparnos con inmensos hormigueros parecidos a los vistos en la película de “Indiana Jones y el Templo de la Calavera de Cristal”.
En la tarde, al reagruparnos, comparamos las alternativas estudiadas, e indudablemente el acercamiento de Vincenzo y Rainer se presentaba como la mejor alternativa. Después una buena cena en el modesto “restaurant” de Doña Laura, nos quedamos a descansar en unas habitaciones alquiladas en el Hotel La Urbana.
A las 6 am del sábado 19, llegamos al fundo Morichal Viejo, la cabaña de nuestros amigos indígenas, para recoger a los baquianos Rafael de 23 años y Carlos de 18 años. En menos de una hora ya llegamos con las camionetas al máximo punto de acercamiento sugerido por Rainer y a solo 2,6 km de la N07W67.
Preparamos los morrales con bastante agua y algo de comida, los machetes bien afilados y a las 7.00 am, todavía con una fresca mañana, iniciamos la caminata de unos 200 mt por la sabana hasta el piedemonte, para después comenzar a subir las empinadas piedras de una quebrada con un pequeño flujo de agua. En las orillas divisamos claras huellas de Cunaguaros adultos y cachorros (Leopardus tigrinus). En el camino vamos dejando cada cierto tiempo botellas de 2 litros de agua potable, para liberarnos de peso y que serán muy bien aprovechadas en el regreso.
Demoramos 4 horas para subir de piedra en piedra los 240 mt de desnivel hasta llegar a una meseta. La temperatura pasaba de los 30ºC y el cansancio se hace evidente. Abandonamos el cauce de la quebrada y con la ayuda de los baquianos nos abrimos paso con los machetes entre la tupida vegetación en la que era común encontrar árboles “indio desnudo” (Bursera simaruba) y ocasionales orquídeas y hongos inmensos. En el recorrido nos encontramos con una piel de culebra, heces de danta (Tapirus terrestris), cuevas de cachicamos (Dasypur sabanicola) y refugios de báquiros (Tayassu tajacu). A lo lejos oíamos a los pájaros carpinteros, guacharacas (Ortalis ruficauda) y pericos.
Desde copas de los árboles, varios monos macacos nos reciben con agudos gritos y algunos nos lanzan semillas y cualquier otra cosa para alejarnos de su territorio. Es curioso como la naturaleza juega su papel de dominio. A unos 400 metros de la confluencia encontramos unas providenciales nacientes de agua fresca con pequeños pozos en las rocas, que Rainer bautizó “Las Lajas”. Es una parada obligatoria para refrescarse y beber agua. Pronto seguimos nuestro camino, la topografía ya es más plana pero el avance algo dificultoso por la intricada vegetación.
A las 11:45 am al fin llegamos a la confluencia N07W67. Con gran sorpresa desapareció la tupida vegetación y nos encontramos en un pequeño bosque de altos árboles, con una zona despejada de arbustos y hierbas, con unas enormes piedras en medio… todo parece un escenario para el rodaje de una película. Que gratificante llegar a ese lugar; ¡parece que alguien hubiese limpiado y acomodado el sitio para recibirnos! La alegría y la euforia nos invadieron a los tres. Los baquianos nos observaban perplejos y divertidos a estos tres “locos” corriendo en todas direcciones mirando solo las pequeñas pantallas de los GPS, gritando y sacando fotos.
Tomando unas palabras de una compañera confluenciera venezolana que ha iniciado confluencias en Perú, el lugar es propio como ella lo determina “Donde el tiempo no existe” y así era nuestro tan preciado objetivo N7° 00’ 00.0” W67° 00’ 00.0”. Pasados unos 10 minutos ya cada uno de nosotros tenía sus propios registros y fotos. Seguidamente nos ubicamos para registrar con unas fotos de grupo este recuerdo junto con nuestros amigos baquianos. Poco después abandonamos el maravilloso escenario con buenos comentarios y lanzando todavía algunas mirada atrás de despedida.
Pronto llegamos nuevamente a “Las Lajas” donde nos permitimos un descanso para hidratarnos, compartir un liviano almuerzo y sacar unas fotos más todos juntos. Este video nos transporta a lo vivido hasta este momento.
Poco más adelante, faltando todavía casi 2 km para llegar a nuestros vehículos, Andrea, pasando de roca en roca, enganchó inadvertidamente un “bejuco” (raíces aéreas diminutas pero muy resistentes) en un pié y por la inercia que llevaba le produjo un fuerte desgarramiento en el músculo sóleos (batata) izquierdo.
Todos estábamos muy cansados y adoloridos por diferentes golpes y maltratos. Ya no avanzábamos por fuerza física sino por fuerza de voluntad…!!
Homenaje al sabio que con énfasis decía: “Conquista sin Esfuerzo es como Triunfo sin Gloria!” La constante alta temperatura nos agotaba, y las botellas de agua dejadas en el camino de ida, parecían oasis para refrescarnos. Cada quien observaba constantemente su propio GPS para convencerse como, metro a metro, íbamos acercándonos a los vehículos. Durante el regreso nuestros baquianos Carlos y Rafael, sorprendentemente estuvieron guiados por el GPS de Rainer (60Csx) y el de Vincenzo (Oregon 550) en contacto directo con la tecnología, dejando a un lado las marcas-guías dejadas en algunos arbustos, cortes o dobleces de rama, usualmente dejadas por ellos cuando transitan por sitios y vegetaciones desconocidas donde no existe camino.
A las 16:30 cuando llegamos a nuestras camionetas, aún cuando el cansancio era fuerte, no nos quitaba ni el buen humor ni la felicidad de nuestro logro. Pronto llegamos a Morichal Viejo, donde dejamos a Rafael y Carlos. Rainer y Vincenzo optaron para aprovechar las últimas horas de la tarde para regresar hacia Caicara del Orinoco, sin dejar de agradecer a los baquianos con un generoso mercado, mientras que Andrea prefirió quedarse una noche más de luna llena para disfrutar la naturaleza de la tranquilidad de nuestra hermosa sabana.
Al día siguiente Rainer y Vincenzo les esperaba la cacería del punto de confluencia 9N 66W, ya de regreso a Caracas, si las condiciones de vía y tiempo lo permitirían.
Andrea: Personalmente dedico esta hazaña al amigo carismático de todos nosotros Carlos Solórzano, nativo de esta sabana, el cual con sus valiosas informaciones nos facilitó la logística y su apoyo moral nos acompañó en todo el recorrido.
Vincenzo: Esta cacería la dedico a todos aquellos compañeros que quieran iniciarse a este interesante y absorbedor “juego”, anímense NO SABEN LO QUE SE PIERDEN.
Rainer: “Las aventuras, viajes y exploraciones de lo desconocido son adictivas, las pruebas y no las dejas”
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19-Mar-2011 -- After several weeks, watching the VENRUT Map (map with routable roads and trails of Venezuela for GARMIN equipment), I realized that the icon 7N 67W confluence in the Bolívar State was marked in red, indicating that no visit had been reported. Studying the low-resolution satellite images of the area with Google Earth, I tried to imagine which difficulties we could find “hunting” this point. I got in touch with Vincenzo Vecchio and Rainer Bostelmann, both explorers from Caracas, and after studying some details, we began the preparations for the expedition.
On Thursday March 17, 2011, starting in San Cristobal, Andrea would cover 1,300 km of road. Vincenzo and Rainer would travel from Caracas 630 km to meet at a farm near the small town of La Urbana (N7 08 11.0 W66 56 12.4) about 15 km from the confluence.
On Friday March 18, we divided into two groups to make the approach: Andrea, with local scouts, inspecting from the North on a trail leading to the Fundos Campo Alegre, Laja Negra and Indigenous Community La Viruela, while Vincenzo and Rainer investigate entering through the savanna from the east, where they expected good opportunities. During the approach of the vast savannah we saw huge anthills similar to those seen in the film "Indiana Jones and the Temple of the Crystal Skull"
In the afternoon we regrouped and compared the studied alternatives, and certainly, the approach of Vincenzo and Rainer appeared to be the best choice. After a good dinner in the modest "restaurant" of Doña Laura, we left to rest in our rooms at the Hotel La Urbana.
At 6 am Saturday the 19th, we arrived at Morichal Viejo, the cabin of our Indian friends to pick up the guides Rafael (23) and Carlos (18). In less than an hour we arrived with our SUVs to the best possible approach suggested by Rainer, only 2.6 km from the confluence. We prepared our backpacks with plenty of water and some food, sharpened machetes and at 7.00 am, on a still fresh morning, we started the walk of nearly 200m in the savanna to the foothills, and then started climbing the steep rocks of a deep valley which had a small stream of water. We spotted some traces of adult and young Ocelots (Leopardus tigrinus) on the clear banks. From time to time we left 2-liter bottles of potable water, to free weight and assure hydration for the return path.
It took 4 hours to climb rock to rock the 240 mt of altitude to reach a plateau. The temperature was over 30° C and fatigue became evident. We left the main stream and with the help of the guides equipped with machetes, made our way trough the dense vegetation in which it was common to find "Indio Desnudo (naked Indian)" trees (Bursera simaruba) and occasional huge orchids and fungi. During the tour we found a snake skin, tapir feces (Tapirus terrestris), armadillothe caves (Dasypur sabanicola) and peccaries shelters (Tayassu tajacu). In the distance we heard the woodpeckers, guacharacas (Ortalis ruficauda) and parakeets. From treetops, several macaque monkeys greeted us with shrill cries and some threw seeds and anything else at us to get us away from their territory. It's funny how nature plays a role of dominance.
At about 400 meters from the confluence we found some fresh water springs between huge rocks, Rainer named the place "Las Lajas". It was an obligatory stop to cool down and drink some water. Soon we were back on our way. The topography was flatter but the progress was somehow difficult because of the intricate vegetation.
At 11:45 am we finally arrived at the confluence N07W67. To our great surprise, the dense vegetation disappeared and we found ourselves in a small forest of tall trees, with a clear area of shrubs and herbs, with a few huge rocks in the middle... everything looked like a backdrop for the filming of a movie. How rewarding to get to that place, it seemed as if someone had cleaned and arranged the site to welcome us! The joy and euphoria invaded us there. The scouts were watching us perplex, having some fun watching these three "crazy guys" running in all directions looking only at their small GPS screens, screaming and taking photos. Using the words of a Venezuelan fellow living in Peru, the place was proper as she says "where time does not exist" and that was precisely our goal N7 ° 00 '00.0 "W67 ° 00' 00.0".
After about 10 minutes, each of us had their own records and photos. Then we stood up to register a group photo together with our local friends. Shortly after, we left the beautiful scenery making good comments and sometimes even taking a farewell glance back. Soon we came back to "Las Lajas" where we allowed us a break to rehydrate, share a light lunch and take some more pictures together. This video takes us to those lived moments.
Shortly later, still almost 2 km away from our cars, Andrea jumping between two rocks, inadvertently hooked his left foot on a "vine" (aerial roots tiny but very tough) and fell causing an injury in his soleus muscle. We were all very tired and sore for several beatings and mistreat. Not moving by physical force but by force of will...! Tribute to the sage who said emphatically: "Effortless Conquest is like a triumph without glory!"
The constant high temperature we were exposed to, made our reserve water bottles left on the way seem like cool oasis. Each of us was constantly watching their own GPS to convince themselves that, inch by inch, we were approaching the vehicles. On the way back our scouts Carlos and Rafael, used Rainers (60CSx) and Vincenzos (Oregon 550) GPS being for the first time in their life in direct contact with this technology. Not using the guide-marks, cuts and branch bends, normally left by them when passing through vegetation sites where the path is unknown.
At 16:30 when we reached our vehicles, though the fatigue was strong, we kept our good humor and the happiness of our achievement. Soon we arrived at Morichal Viejo, where we left Carlos and Rafael. Vincenzo and Rainer opted for taking advantage of the sunlight of the last hours in the afternoon to return to Caicara del Orinoco, while Andrea chose to stay one more night of full moon to enjoy the natural tranquility of our beautiful savannah.
The next day, Vincenzo and Rainer continued with the “hunt” of the 9N 66W confluence on their way back to Caracas.
Andrea: Personally, I dedicate this achievement to our charismatic friend Carlos Solorzano, a native of the Savannah, who provided us with logistic, valuable information, and moral support throughout the tour.
Vincenzo: I dedicate this “hunt” to all those colleagues who want to learn this interesting and absorbing "game", be encouraged to do it. Join us! YOU DON´T KNOW WHAT YOU ARE MISSING OUT ON.
Rainer: "exploring the unknown, adventuring, and travelling are addictive, once you try them you never leave them"