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12-Mar-2016 -- Estábamos pasando una tarde en una bella ciudad llamada Sete Lagoas pocos kilómetros al norte de Belo Horizonte cuando decidimos realizar los 80 km por la ruta MG238 hacia Santana de Pirapama, una pequeña y tranquila población que hoy forma parte de los circuitos de la Estrada Real.
Luego de cubrir la distancia entre ambos puntos, pasando por Jequitibá que es otro pequeño y pintoresco pueblo de Minas Gerais, y 5 km antes de entrar en el ejido urbano de Santana de Pirapama, tomamos un camino de tierra a la derecha que luego de unos pocos cientos de metros se abrió en otros dos caminos menores, seguimos el de la izquierda y unos 100 metros adelante dejamos el auto y atravesando el alambrado ingresamos en un bosque abierto, a no más de 80 metros del punto de la confluencia. Solo llevó unos minutos poner en cero el GPS.
Una vez cumplida nuestra misión recorrimos el poblado, y nos restó tiempo suficiente para volver a Sete Lagoas y cenar con vistas a uno de los lagos que da nombre a la ciudad.
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12-Mar-2016 -- We were passing an evening in a beautiful city named Sete Lagoas few kilometers to the North of Belo horizon when we decided to make the 80 km by the route MG238 towards Santana of Pirapama, a small and quiet population that today forms part of the circuits of the Estrada Real.
After covering the distance between two points, through Jequitibá that is another small and picturesque town of Minas Gerais, and 5 km before entering Santana de Pirapama, we took a dirt road to the right which, after a few hundred meters, opened in two minor roads, followed the left and 100 metres later left the car and through wiring entered in an open forest, no more than 80 meters of the confluence point. It only took a few minutes to put in zero the GPS.
Once having accomplished our mission we toured the town, and took away long enough to return to Sete Lagoas and dine overlooking one of the lakes that gives its name to the city.