English Narrative
21-Jun-2019 -- La noche anterior nos quedamos en Mercedes, a unos 200 km de la confluencia. Tierra famosa por ser cuna del Gauchito Gil, uno de los santos populares más importantes de la Argentina. A la mañana siguiente dejamos la ciudad y a pocos kilómetros, sobre la ruta, pasamos por su santuario (ya mucha gente desde temprano) y seguimos viaje en dirección oeste, cumpliendo con el ritual de tocar bocina a las banderas rojas flameantes que lo recuerdan.
Fuimos pasando por varios pueblos y pequeñas ciudades, cambiando de rutas, hasta arrimarnos a Mburucuyá, un antiguo y muy tranquilo pueblo a unos 150 km de la ciudad de Corrientes. Nos quedamos un rato en el pueblo, visitando su vieja estación (terminal de un modesto ferrocarril económico desactivado hace casi 50 años) y sus calles de arena. Luego del almuerzo dejamos el pavimento para cubrir los 30 km de ripio y arena hasta el Parque Nacional Mburucuyá.
Hace algunas décadas un filántropo danés donó al Estado Nacional lo que era una estancia ganadera, con el fin de la creación del parque. Hoy es un espacio bien cuidado con algunos senderos para internarse en una zona de transición (esteros, palmares) donde es posible avistar con cierta facilidad, desde carpinchos hasta guazunchos o yacarés.
Un par de kilómetros más allá del centro de interpretación y a solo 150 metros del camino, visitamos también la confluencia. Fue muy fácil realmente llegar al círculo de los 100 metros.
Finalizada la conquista en lugar de deshacer camino a Mburucuyá seguimos adelante hacia “lo desconocido” por calles arenosas, pasando por la pequeña población de Palmar Grande y tras algunas bifurcaciones más del camino al asfalto de la ruta 5, que una hora después nos depositó en la ciudad de Corrientes.
English Narrative
21-Jun-2019 -- At night we stayed in Mercedes, about 200 km from the confluence. Land famous for being the birthplace of Gauchito Gil, one of the most important popular saints in Argentina. The next morning we left the city and a few kilometers, on the route, we passed through its sanctuary (with many people since early) and we continued westward, fulfilling the ritual of honking the flaming red flags that remind him. p>
We went through several towns and small cities, changing routes, until we reached Mburucuyá, an old and very quiet town about 150 km from the city of Corrientes. We stayed a while in the town, visiting its old station (terminal of a modest economic railway deactivated almost 50 years ago) and its sand streets. After lunch we leave the pavement to cover the 30 km of gravel and sand to the Mburucuyá National Park. p>
A few decades ago a Danish philanthropist donated to the National State what was a cattle ranch, with the aim of creating the park. Today is a well-kept space with some trails to enter a transition zone (estuaries, palm groves) where it is possible to spot with some ease, from capybaras to deer or yacarés (crocodiles). p>
A couple of kilometers beyond the interpretation center and just 150 meters from the road, we also visit the confluence. It was very easy to reach the circle of the 100 meters. p>
After the conquest, instead of undoing the road to Mburucuyá, we continue on to the "unknown" through sandy streets, passing through the small town of Palmar Grande and after some more bifurcations of the road to the asphalt of route 5, than an hour later deposited us in the city of Corrientes. p>